"La misa es como el grano de trigo que madura en las buenas obras"
"Los frutos de la Misa terminarán madurando en la vida cotidiana. Podemos decir esto, de alguna manera forzando la imagen: la misa es como el grano, el grano de trigo que luego crece en la vida ordinaria, crece y madura en las buenas obras, en las actitudes que nos hacen semejantes a Jesús. "Los frutos de la Misa terminarán madurando en la vida cotidiana. En verdad, al aumentar nuestra unión con Cristo, la Eucaristía actualiza la gracia que el Espíritu nos ha dado en el Bautismo y la Confirmación, para que nuestro testimonio cristiano sea creíble". Estas fueron las palabras del Papa Francisco el 4 de abril de 2018, durante la audiencia general en la plaza de San Pedro.
"Al encender nuestra caridad divina en nuestros corazones, ¿qué hace la Eucaristía? Nos separa del pecado: cuanto más participamos en la vida de Cristo y progresamos en su amistad, más difícil es separarnos de Él con el pecado mortal. El acercamiento regular al Banquete Eucarístico renueva, fortalece e intensifica el vínculo con la comunidad cristiana a la que pertenecemos, según el principio de que la Eucaristía hace la Iglesia, nos une a todos. Por último, participar en la Eucaristía compromete con los demás, especialmente con los pobres, educándonos para pasar de la carne de Cristo a la carne de nuestros hermanos, en la que espera que le reconozcamos, le sirvamos, le honremos y le amemos".